martes, 9 de septiembre de 2008

¿PARA QUÉ NOS COMUNICAMOS?

El concepto moderno de comunicación plantea que todo uso del lenguaje tiene una dimensión persuasiva y que si ésta no existiera, tampoco existiría la comunicación.
David Berlo dice que el propósito universal de la comunicación es reducir la probabilidad de quedar a merced de fuerzas externas y aumentar las probabilidades de dominarlas.
Esto significa que nuestra comunicación es una acción a la que necesariamente tendrá que presentarse una reacción, que nosotros llamamos respuesta.
Desde Aristóteles, cuando definió a la retórica como “el uso de todos los medios posibles de persuasión”, para la comunicación ha sido difícil desprenderse del claro propósito de “modificar la conducta del receptor o del entorno”.
Berlo lo resume diciendo “nos comunicamos para influir y afectar intencionalmente”. Siempre buscamos una respuesta. El problema –según Berlo- es que a menudo olvidamos ese propósito.

Este propósito de la comunicación tiene dos dimensiones:

El quién, cuando emitimos un mensaje, lo hacemos para que otro lo reciba. Tendremos entonces que, determinar nuestro receptor intencional y procurar que no llegue a los receptores no intencionales.
Esto tiene que ver en su mayoría en la elección del canal e incluso algunas veces en la forma de codificar el mensaje.
Por ejemplo, si dentro de un grupo numeroso de personas, queremos hacer llegar un mensaje sólo a una, probablemente la llamemos a un lado para hablarle. Otro ejemplo que nos muestra como podemos codificar un mensaje sólo para nuestro receptor intencional es, si en una reunión de personas asiáticas que no hablan español, conversamos con otro peruano en nuestra lengua materna.

El cómo, en esta dimensión David Berlo marca la diferencia entre dos tipos de propósitos: el consumatorio y el instrumental.
El primero se refiere cuando el mensaje logra su cometido en forma inmediata. El segundo cuando busca una acción a plazo. Un ejemplo puede ser un comercial de televisión creado sobre una apelación humorística. El propósito consumatorio de ese spot será provocar la risa de los espectadores. Sin embargo el propósito instrumental será que esos espectadores compren luego el producto que se publicita.
En realidad todo propósito contiene estos dos tipos, aún en las cosas más cotidianas. Por ejemplo, si una persona sedienta pide a otra alcanzar un vaso de agua, el propósito consumatorio será despertar la solidaridad del receptor. El propósito instrumental será obtener el vaso de agua.
Estos tipos del propósito también se observan en el receptor. El ejemplo clásico para David Berlo es la relación maestro-alumno. El estudiante debe detectar en el mensaje que esta recibiendo su propósito instrumental, pues de lo contrario la clase le parecerá aburrida y sin sentido.

EL APRENDIZAJE

Revisando los conceptos de comunicación y teniendo en cuenta la existencia de un propósito, y que la afectación de la conducta humana muchas veces se produce con un efecto duradero, debemos decir que nuestra disciplina está íntimamente relacionada con el proceso de aprendizaje.

Una definición clásica dice que el aprendizaje es el cambio que se produce en las relaciones estables entre un estímulo percibido por el organismo y la respuesta dada por el organismo sea en forma manifiesta o encubierta.

De este concepto se desprenden dos términos que también deberíamos explicar:
Estímulo es cualquier acontecimiento que un individuo sea capaz de percibir por medio de sus sentidos.
Respuesta es todo aquello que el individuo hace como resultado del estímulo recibido.
La respuesta tiene dos categorías: a) Manifiesta, es aquella que es observable y pública, mientras que, b) Encubierta es la que se produce dentro del organismo y no puede ser observada o detectada rápidamente.

Durante el proceso de aprendizaje se llevan a cabo varios pasos que es necesario explicar.

-Presentación del estímulo, es absolutamente necesario si es que queremos que exista una respuesta.
-Percepción de estímulo, unos o más sentidos entran en acción para que el individuo tenga conocimiento de la existencia del estímulo.
-Interpretación del estímulo, que permitirá al individuo tomar una decisión antes de emitir su respuesta.
-Respuesta de ensayo el estímulo.
-Percepción de las consecuencias de la respuesta de ensayo. La respuesta es mantenida si es que se obtiene recompensa. Es descartada por otra si es que no se obtiene recompensa.
-Reinterpretación de las consecuencias y la posibilidad de futuras respuestas.
-Desarrollo de una relación estímulo-respuesta estable (hábito)

El concepto recompensa tiene una gran importancia en el proceso de aprendizaje. Tenemos que partir de la premisa que el hombre trata de influir en su entorno, para reducir la tensión de lo incierto y ambiguo. Una buena recompensa ayudará al individuo a desarrollar una estructura consistente de su universo.
Como definición diríamos que recompensa es el resultado del hecho de combinar todas las posibilidades de influencia que el receptor ve como consecuencia de una determinada respuesta.


DETERMINANTES DE LA FUERZA DE LA COSTUMBRE

Es sabido que el ser humano tiene la capacidad de emitir respuestas salteándose el proceso de aprendizaje, a ello se le conoce con el nombre de Conductas canalizadas reflexivas. Algo similar sucede con los hábitos o relaciones estímulos-respuesta estables. Son acciones mecánicas que diariamente hacemos casi sin pensar. Es decir una vez que se completo el proceso de aprendizaje, reaccionamos ante un estímulo salteándonos la interpretación, la respuesta de ensayo, la percepción de las consecuencias y la reinterpretación de las consecuencias.
Por ejemplo, atarse los zapatos, comer e incluso comprar ciertos productos en la tienda. Muchas veces ya ni siquiera pensamos que marca es nuestra preferida; simplemente la pedimos.

El crear el hábito o la fuerza de la costumbre requiere también de muchos factores. David Berlo destaca cinco de ellos.

1. Frecuencia de la repetición recompensada. Cuando mayor número de veces una respuesta al estímulo ha sido recompensada, la relación E-R se verá fortalecida. De lo contrario se debilita.
2. Aislamiento de la relación E-R. La fuerza de una relación se mide por el grado que otros estímulos provoquen la misma respuesta ó que el mismo estímulo provoque otra respuesta.
3. Monto de la recompensa. Cuando mayor sea la recompensa hace más fuerte el hábito.
4. Espacio de tiempo entre la respuesta y la recompensa. Al igual que el emisor, el receptor también posee propósitos consumatorios e instrumentales. En los casos que se cumpla el consumatorio, la relación E-R será más estable, mientras que en los que se cumple el instrumental, la relación es débil.
5. Esfuerzo requerido para emitir la respuesta. Es cierto que la humanidad se mueve por la “ley del menor esfuerzo”, por lo tanto las respuestas que requieran mayor trabajo debilitarán la relación E-R, mientras que las respuestas sencillas la fortalecen.

La percepción es la función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir y elaborar la información proveniente de su entorno.
Observación: Son oraciones que aceptamos como verdaderas o falsas. Es decir, son afirmaciones de hechos y siempre contienen una referencia al mundo físico.
Ejemplo: “El campo de fútbol es verde”. “La independencia del Perú ocurrió en 1821”.
Podríamos decir, tal vez, “La independencia del Perú ocurrió en 1870” y luego de comprobar en libros de historia que es una afirmación falsa, pero, por lo mismo, no pierde su carácter observatorio.
Con respecto a la identificación de veracidad o falsedad, Aristóteles expuso: “Decir lo que es, es y lo que no es, no es, es verdadero; decir lo que es, no es y lo que no es, es, es falso”.
En la estructura de una observación, solamente se incluyen palabras que dispongan de significados denotativos.

Juicio: Son oraciones que enfatizan los significados connotativos. Usualmente no expresan la realidad física y pueden darnos una idea clara de la personalidad del emisor.
Un ejemplo es la afirmación “La música de Mozart es aburrida”. Nunca podremos decir que esta afirmación es falsa o verdadera, porque tiene un carácter subjetivo. En el mundo hay millones de personas que disfrutan de la música de este genial compositor austriaco. Entonces, esta afirmación dice mucho del emisor, llevándonos a pensar que probablemente a él no le guste la música clásica, sino la popular y con ritmos marcados, por lo tanto la obra de Mozart, le resulte aburrida.
Lo que podemos hacer con un juicio es creer o no creer. El consenso rige su aprobación.

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